Uno de los requisitos por los que tienen que pasar las personas que aspiran a trabajar como vigilantes de seguridad es la de acercarse a cualquiera de los centros psicotécnicos de Valladolid para someterse a un reconocimiento médico que descarte la existencia de enfermedades que les incapaciten para esa actividad. Han de pasar exámenes muy similares a los que se necesitan para obtener o renovar el carnet de conducir o para realizar algunos trabajos como operador de grúas, buceador profesional, o simplemente para renovar la licencia de caza.

Los reconocimientos que se llevan a cabo en los centros psicotécnicos de Valladolid permiten conocer las aptitudes físicas y psicológicas de quienes van a tener bajo su control maquinaria o utensilios que pueden resultar un peligro para terceros, como pueden ser, lógicamente, las armas de fuego. Estos exámenes comienzan con una prueba visual y una entrevista mediante la que se descartan posibles antecedentes familiares de enfermedades que podrían descartar al candidato para realizar la actividad para la que se le está examinando. Tras analizar su capacidad auditiva y examinar la existencia de problemas cardiacos, el aspirante deberá superar una prueba de movilidad puesto que la legislación en vigor se ha vuelto muy exigente con las condiciones físicas que deben cumplir los empleados de las compañías de seguridad privadas.

Un aspecto fundamental del reconocimiento son las pruebas psicotécnicas necesarias para acreditar que el aspirante no padece trastornos mentales o de conducta ni otras dificultades que puedan influir en la toma de decisiones. Tras superar estas pruebas, los responsables del Centro de Reconocimiento de conductores Cevarma te entregarán el correspondiente certificado que hay que presentar con el resto de la documentación para obtener la licencia de vigilante.